La investigación facilita recomendaciones y sugerencias para la prevención de la violencia en línea.
SANTO DOMINGO, REPÚBLICA DOMINICANA, jueves 18 de noviembre de 2021. Gracias al apoyo técnico y financiero del Fondo End Violence Against Children, Plan International y UNICEF colaboran desde 2018 en la Respuesta Nacional contra la Explotación Sexual Infantil en línea en República Dominicana.
En este contexto, se ha realizado el presente estudio donde se revelaron datos sobre uso del internet de las y los adolescentes dominicanos. La Investigación “Adolescentes y el uso de internet: estudio acerca de los riesgos en el uso de internet por adolescentes escolarizados entre 12 y 17 años, con enfoque de explotación sexual”, permitió explorar los factores, tendencias y usos que colocan a las y los adolescentes en condiciones de vulnerabilidad frente a los abusos en línea y la identificación de los factores de protección que los propios participantes del análisis perciben como necesarios y fundamentales para prevenir este fenómeno.
En la encuesta digital participaron adolescentes entre 12 y 17 años, escolarizados en 20 centros educativos, públicos y privados, localizados en seis municipios del país, destacándose las provincias de Santo Domingo, La Altagracia, Independencia y Azua de Compostela, quienes respondieron a preguntas relacionadas a la utilidad, preferencias y posibles riesgos que logran detectar al usar el Internet.
Asimismo, se entrevistaron a madres, padres, tutores, y equipos de los centros educativos, para evaluar los conocimientos y el manejo que tienen al navegar en la internet, por parte de los y las adolescentes, así como los mecanismos y los canales de protección que pueden utilizar para prevenirlo y erradicarlo.
Entre los hallazgos encontrados se percibe que las cinco actividades principales que los adolescentes realizan cuando se conectan a Internet desde el celular son: 1) ver videos en YouTube, 2) chatear 3) buscar amigos en redes sociales, 4) investigar para efectuar tareas de la escuela y 5) jugar videojuegos.
Aseguran que las personas adolescentes han aprendido a usar internet mayormente de manera autodidacta en el ámbito del hogar. Sin embargo, en espacios escolares, el uso de las TIC se adscribe a actividades estrictamente académicas.
Según las observaciones, los y las adolescentes sobrevaloran los conocimientos que poseen acerca de los comportamientos que constituyen un riesgo en el uso de internet, aunque reconocen no sentirse preparados para saber cómo actuar o reaccionar de manera correcta ante una situación desagradable.
Se destaca que los riesgos en el uso de Internet que más preocupan a los adolescentes son la suplantación de identidad, el robo de contraseñas, el hackeo de cuentas en redes sociales o los virus informáticos; a pesar de reconocer haber sido expuestos de manera no intencional a contenido pornográfico, haber sido víctimas de ciberbullying o acosados sexualmente a través de las plataformas sociales.
Aunque los adolescentes de ambos sexos se encuentran en riesgo de poder ser víctimas de explotación sexual en línea, todos los actores entrevistados coinciden en que las chicas son más vulnerables a recibir solicitudes de personas desconocidas, a ser acosadas y a compartir fotos o videos con contenido sexual.
Durante la presentación de este informe, Virginia Saiz, directora de Plan International República Dominicana, manifestó: “Hasta hace poco, nuestra mirada hacia la protección infantil se limitaba a los espacios físicos: la casa, la escuela, la comunidad, pero ahora vemos como el uso de las tecnologías de la información y de las comunicaciones (TIC) son un entorno con altos riesgos que pueden derivar en daños, que vulneran sus derechos y su sano desarrollo físico, psicológico y emocional”.
De su lado, Anyoli Sanabria, representante adjunta del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia habló sobre la importancia de que el país genere evidencia sobre la violencia que afecta a la niñez y a la adolescencia.
“Este estudio aporta informaciones actualizadas para la construcción de políticas públicas de protección de niños, niñas y adolescentes frente a la violencia que puede ocurrir en el internet, específicamente aquella vinculada a la explotación sexual infantil”, así lo expresó la representante adjunta.
Además, indicaron que las entrevistas de las madres y los padres dejaron ver que son los actores que menos conocimiento sobre las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), puesto que admiten que sus hijas e hijos saben más que ellos al respecto. Consideran la falta de habilidades técnicas como una limitación para poder establecer pautas de cuidado y orientar a sus hijas/os en el uso de las TIC.
El estudio recomienda como una de las soluciones a la prevención de violencia en línea, el diseño de programas de formación familiar y comunitaria, y la capacitación personal a personal de centros educativos para que fortalezcan su rol en la protección de las niñas, niños y adolescentes.
A su vez, externan que se debe proveer a las niñas, niños y adolescentes de autonomía progresiva con relación a las TIC y a los medios de comunicación, sus usos y riesgos, que promuevan su juicio crítico y reflexivo, respetando su privacidad, pero siempre con afecto y cercanía, sin distinciones por su sexo.
La cooperación entre las escuelas y las instancias de la comunidad local, a través de la Asociación de Padres, Madres, Tutores y Amigos de la Escuela (APMAES) con las Juntas Locales de Protección y Restitución de Derechos (JLPRD) del Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (CONANI), así como con las juntas de vecinos, fiscalías, hospitales y otras organizaciones no gubernamentales (ONG), es vital para la prevención y resolución de casos de explotación sexual de niñas, niños y adolescentes que se detecten desde los centros educativos.
En el lanzamiento de este proyecto, realizado de manera presencial, en el Hotel Crown Plaza además de estar presentes las ya mencionadas Virginia Saiz, directora de Plan International República Dominicana y Anyoli Sanabria, representante adjunta de UNICEF en República Dominicana, también contó con la asistencia de Carol Graciano, responsable de la elaboración del estudio